Reflexiones básicas al diseñar para el entorno social


Un diseño se exhibe en un entorno para inducir, informar o motivar acciones, tiene impacto sobre un grupo social con características propias, por lo tanto no se pueden retomar estereotipos ni existen fórmulas, es necesaria la previa indagación del espacio social y físico para entonces hacer diseño social.

Si consideramos que el entorno es todo lo que rodea a algo o a alguien entonces tenemos que al diseñar un comunicado visual este se inserta en un espacio con circunstancias y características específicas que muchas veces pueden pasarse por alto, sin embargo no podemos omitir aspectos relevantes tales como el contexto social, el capital económico, el capital cultural; lo cual nos llevaría a un proceso de investigación a través de diferentes disciplinas como la sociología, la antropología y la psicología entre otras; y en consecuencia al sustento teórico de nuestros diseños.

Tengamos en cuenta que no diseñamos para nosotros mismos, sino para un grupo social, por lo tanto para generar empatía entre lo que hacemos y lo que la otredad observa debemos comprender que cada grupo cuenta con una identidad, memorias colectiva, histórica, política además de visual. No se pueden retomar elementos o imágenes estereotipadas sobre todo si se pretende propiciar una respuesta, demanda, denuncia, reflexión, intervención o acción a través del diseño realizado. Joan Farrer1, expresa: “los estudiantes entienden lo visual, no lo ideológico” por lo tanto, nuestra labor actual nos obliga a antes de diseñar, indagar sobre el entorno y grupo social en virtud de que muchas veces diseñamos para grupos humanos a los cuales ni pertenecemos ni conocemos.
La representación realista de la acción humana es la condición primera de un conocimiento científico del mundo social; por lo tanto el análisis sociológico constituye uno de los instrumentos más poderosos de conocimiento de uno mismo como ser social, es decir como ser singular (Bordieu, 1994).
Generalmente le atribuimos al receptor de nuestro comunicado visual un rol pasivo, de consumidor o cliente. Desarrollamos el discurso visual adecuado a las necesidades y deseos que arrojan los estudios de mercado, la moda, el contexto histórico, la globalización además de nuestro bagaje cultural, somos los propios diseñadores quienes conocemos, aplicamos la metodología y herramientas de la sintaxis visual y diseñamos; olvidando, muchas de las veces, que nuestra labor incluye la participación activa en el entorno; al comunicar, primordialmente, e inducir a la reflexión o acción como situación secundaria.
Baldwin y Roberts (2007) aclaran que todo diseño impacta y debe una contribución al mundo; su base no es solo visual sino comunicativa, sustento de relaciones. El diseño gráfico se mezcla con la política, el medio ambiente, la educación, fomenta la cohesión social y si no se tienen en cuenta todas las áreas de acción-participación entonces resulta una disciplina irrelevante. No se trata solo de diseñar en el soporte, es necesario reflexionar que somos constructores y deconstructores de ideas y de individuos, con nuestras imágenes enriquecemos el espacio social, al diseñar para el prójimo ponemos en juego mecanismos sociales y psicológicos que pueden alterar la individualidad; ejemplo de ello es la reproducción de valoraciones simbólicas y culturales de género de las cuales todos somos parte de ellas por el simple hecho de ser entes sociales.
La comunicación ha dejado de ser vertical, actualmente establece relaciones horizontales en las que la “cultura de la comunicación es rica y compleja”2; por lo tanto se hace necesaria la cultura de la investigación que nos ayude no solo a entender los nuevos nexos; sino a implementarlos al momento de diseñar.

Consideraciones básicas:
Quién:
Emisor: antecedentes históricos y visuales del cliente, empresa...
Receptor: Segmentación geográfica, demográfica, psicográfica y conductual.
Etnografía, etnometodología…
Qué:
Mensaje a comunicar: propiciar una respuesta, demanda, denuncia, reflexión, intervención o acción.
Cómo:
Voy a comunicar: formato, soporte, impreso, apropiaciones o intervenciones.
Cuándo:
Vigencia: Período de exhibición.
Dónde:
Espacio: Urbano, natural, rural, web: empresarial, institucional.

Como planteamiento elemental al momento de recibir la encomienda de un diseño considero que debemos partir de la pregunta quién es el emisor, investigando y considerando sus antecedentes históricos y visuales. Posteriormente entra en juego nuestra creatividad para integrar inteligentemente: el mensaje “qué” se va a comunicar, “a quién”, grupo social, el “cómo” y el “dónde” a través de propuestas, soportes y análisis del medio ambiente así como espacios en los que el diseño gráfico puede ser exhibido: entornos urbanos, naturales, rurales o de internet. Tendremos que valernos de la interdisciplina y en consecuencia del pensamiento complejo ya que el diseñador como ente autónomo no será capaz de sobrevivir en un mundo social.

La emisión y la recepción del mensaje, necesitan de la sociología: hay que estudiar los grupos humanos, definir sus móviles, sus actitudes y tratar de relacionar el comportamiento de esos grupos con la totalidad de la sociedad de la que forman parte. (Barthes, 1982).
1. Investigadora en el Royal College of Art de Londres y asesora de moda, tejidos e identificación corporativa para tiendas como Marks & Spencer y Virgin Stores. Idem. Pág. 14.
2. Galindo Cáceres, Jesús, Técnicas de investigación en sociedad, cultura y comunicación, Pearson, 1998. 


Fuentes de consulta:
Baldwin, Jonathan; Roberts, Lucienne, Comunicación visual de la teoría a la práctica, Parramón, Singapur, 2007.
Barthes, Roland, Lo obvio y lo obtuso, imágenes gestos y voces, Paidós, Barcelona, 2009.
Bordieu, Pierre, Razones Prácticas sobre la teoría de la acción, Anagrama, España, 1997.
Galindo Cáceres, Jesús, Técnicas de investigación en sociedad, cultura y comunicación, Pearson Addison Wesley Longman, México, 2000.

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